2007/07/31

Analistas a Costco: no tratéis tan bien a vuestros empleados

Hace ya tiempo que leo el blog Chief Happiness Officer, en el que Alexander Kjerulf habla sobre las ventajas de la felicidad en el trabajo.

Por un lado, un trabajador feliz es más efectivo. A corto plazo, haciendo más y mejor trabajo, y a largo, proyectando su imagen sobre la de la empresa. Por otra parte, sobresale la idea de que pasamos demasiado tiempo en el trabajo como para elegir uno que no nos guste.

Como en todo, no se puede generalizar. Pero sería bueno, para ambas partes, plantearse las ideas respectivas.

Lo que me resulta aún más chocante es que no sólo los trabajadores o los empresarios opinan a este respecto. Los analistas financieros también tienen voz, y parece que no han pillado el concepto de la felicidad en el trabajo.

En este post, Alex habla sobre CostCo, una compañía norteamericana de supermercados que destaca por el buen trato que da a sus trabajadores. Sueldos más altos, planes sanitarios y otras ventajas, que dan lugar a que la rotación de empleados sea mínima, al igual que los hurtos por parte de los empleados. Y que los clientes, animados al ver que los bajos precios no se deben al maltrato de los empleados, compren allí.

Las cuentas, así como el precio de sus acciones, reflejan este buen resultado. Pero a algún analista no se le ocurre nada mejor que sugerir que tratan los empleados demasiado bien.

Lo peor no es que los empresarios, o incluso los analistas, tengan esa mentalidad del "recurso humano" antes que del "ser humano". Lo más grave es que los analistas ejercen presión sobre empresarios que pueden perder esa mentalidad, o dejar de plantearse ciertas cosas por ver cómo la opinión sobre su empresa empeora.


Por suerte, se ven iniciativas en este sentido. Me he encontrado que Consumer, justo hoy, publica el artículo Empleados felices, mayor productividad. A ver si cunde el ejemplo.

2007/07/28

Bases de datos de marketing

Hoy me he llevado una grata sorpresa. Me resulta habitual recibir llamadas de teleoperadores intentando venderme tarjetas de crédito, planes telefónicos o, incluso, promociones de Marina D'Or.

Suelo quitármelos de encima, sin demasiados problemas, con la técnica del disco rayado, según cuenta M. J. Smith en su libro, Cuando digo no, me siento culpable. Entre éste y el de Dyer, Tus zonas erróneas, cualquiera puede aprender sobre la asertividad todo lo que necesita. Y todo el mundo debería aprender algo.

Algunas veces, sólo algunas veces, me da por preguntar de dónde han sacado los datos.

La sorpresa es que hoy, después de que la chica haya desistido de venderme nada, me ha dicho que "en cumplimiento de la legislación vigente le informamos de cómo hemos obtenidos sus datos". Por lo que me dice, vienen de fuentes de público acceso, concretamente la base de datos mantenida por yyy, con dirección zzz, y sepa que puede ejercer su derecho de acceso, rectificación, etc.

No es muy útil, pero es un buen cambio: hasta ahora sólo había conseguido lo de "proceden de bases de datos para marketing de acceso público". Por supuesto, acceso previo pago, imagino.

Ya que estamos, otra cosa que hago de vez en cuando, al dejar mis datos, es "marcarlos". Pongamos que, en vez de apellidarme García, me apellido Garfía. O que vivo en la calle de la Lunna, en lugar de la Luna. El correo llega, pero si tienes unas cuantas variantes, da pistas sobre el camino de tus datos.

Otra cosa que quiero hacer alguna vez, aunque nunca me acuerdo, o no lo encuentro, o no me apetece en ese momento, es usar el cuestionario antitelemarketing. Consiste en tomar tú las riendas y, más o menos, terminar entrevistando al entrevistador.

AllBran, Coronado, fibras y otros inventos

Ayhesa me recuerda algo que leí en El manto amarillo, de T. Lobsang Rampa, podríamos decir que el introductor del budismo tibetano en occidente. No está muy claro si es un monje budista o hijo de un fontanero irlandés. En cualquier caso, en sus libros habla de religión pero, sobre todo, de la vida de los monjes budistas. Cuenta muchas cosas discutibles, entrando en asuntos místicos y cuasidivinos, pero también médicos o del día a día. Y a pesar de las calificaciones de fraude, tiene su gracia.

Un lama maestro, enseñando a sus alumnos, dice:

-La peor dolencia de la humanidad es... -hizo una pausa buscando un efecto dramático mientras nosotros pensábamos en la peste y el cáncer- es el estreñimiento. El estreñimiento causa más mala salud en general que cualquier otra enfermedad. Sienta la base para enfermedades mucho más graves. Le hace a uno perezoso, mal humorado y perverso. ¡Pero el estreñimiento puede ser curado! -Hizo otra pausa y miró a su alrededor-. No mediante grandes dosis de cáscara sagrada, no mediante litros de aceite de castor, sino bebiendo el agua suficiente. Tened en cuenta que comemos. Tragamos la comida y tiene que pasar por nuestro estómago y nuestros intestinos. En los últimos unos pelos cortos llamados "vellosidades" (son huecos con tubos) chupan el nutrimento de la comida en digestión y digerida. Si el alimento es demasiado pesado, demasiado "sólido", no puede entrar en las vellosidades. Queda impactado formando masas duras. Los intestinos deben "retorcerse", como podemos llamar a la acción de la peristalsis, y eso empuja al alimento a lo largo del tubo digestivo, haciendo lugar para más alimento. Pero si el alimento es sólido el único resultado de la peristalsis es el dolor y no el movimiento. En consecuencia, el agua es muy necesaria para ablandar la masa.

Avisados estáis: hay que leerlo con reservas, pero tiene bastante interés.

2007/07/23

¿Cuántos años tienes?

Leyendo el último número de Cryptogram me entero de una noticia que me trae recuerdos. Resulta que Sony Pictures pone a disposición de todo el mundo los trailers de sus nuevas películas. Por supuesto, algunas de estas películas no son aptas para todos los públicos, por contener escenas de desnudez o violencia. ¿Cómo saber quién puede ver estos trailers y quién no?

Lo mejor que se les ha ocurrido es pedir una serie de datos para realizar una supuesta validación. Superada ésta comienza el trailer, que va precedido de una pantalla de un color, distinto según la calificación de la película. Y, claro, esperamos que los niños dejen de ver el vídeo al ver la pantallita.

Pues bien, lo primero que me viene a la mente son las pantallas que aparecían al ejecutar el juego de Larry había que contestar con tu edad, y luego una serie de preguntas. Estas preguntas debían ser obvias para cualquiera de esa edad (o superior), y estaban relacionadas con cine, música, literatura, personajes famosos (reales o ficticios), o temas "para mayores".

Recuerdo, no obstante, que me costaba entrar debido a la relación con la cultura americana. Tal vez por eso no se haya sabido mucho más de este sistema.

El análisis que realiza Schneier parece sensato: Sony no se esfuerza demasiado en impedir que los menores vean sus trailers, aunque quiera dar la impresión de que sí lo hace. Tal vez, incluso, el hecho de que el trailer empiece con la pantalla que indica "no puedes ver esto, está prohibido" no sea sino un aliciente para que los chavales lo intenten.

2007/07/20

Energía solar para todos

No sé si alguno os habéis planteado el interés de invertir en energía solar. Por una parte, el lado ecológico nos invita a participar en el uso del sol para generar energía, evitando así (aunque sea un poquito) la necesidad de otras fuentes no renovables. Por otra, dado que la electricidad producida a partir de energías renovables está "subvencionada" (por ley, las compañías eléctricas están obligadas a comprarla, y a precio fijo), resulta rentable la instalación de placas solares. A largo plazo, eso sí, pero rentable. Pero, ¿cómo hacerlo?

La opción de Juan Palomo pasa por tener desde un campo sin mucho uso y con muchas horas de sol, hasta un tejado orientado al sur, y montar las placas que quepan. Después hay que ocuparse del mantenimiento y demás. En el otro extremo, está la de recurrir a una serie de empresas dedicadas a montar huertas solares, esto es, la primera opción, pero a lo grande. El problema es que la inversión mínima es, en este caso, algo elevada (cerca de 90.000 euros, según opde o inext). Y que así, a priori, queda el negocio un poco alejado, no inspira total confianza.

En Barcelona se han liado la manta a la cabeza y han creado el proyecto Olas Solares. La Fundación Tierra ha montado una instalación de paneles solares, cuya financiación ha corrido a cargo de pequeños inversores. Las participaciones eran de entre 1000 y 3000 euros, y la instalación se ha realizado sobre el tejado del Mercado del Carmel, en pleno casco urbano. Las expectativas de rentabilidad son similares a las grandes huertas, alrededor de un 10%. Esto significa que en unos 10 años se recuperaría la inversión, y se tendrían beneficios a partir de entonces, durante otros 15 años aproximadamente.

Parece que en dos meses cubrieron la oferta, así que no se puede decir que no hay interés. Empresas, aquí hay negocio.

A ver si en Madrid alguien hace algo parecido...

Visto en Ecovivencias


Interesantes novedades, aquí.

2007/07/16

Aprendiendo a ser pastor

En la revista Consumer de este mes dedican un artículo a la trashumancia, esta antigua tradición. La califican como "una manera eficaz de proteger la biodiversidad y mantener las vías pecuarias para que continúen siendo corredores ecológicos, refugio de fauna y flora". Actualmente la trashumancia sigue siendo necesaria, pues las ovejas no han aprendido a hacer la compra en el súper, y hay que llevarlas donde está la comida. Los ganaderos sí han evolucionado, y la mayoría de las veces recurren ya a los camiones. Hay quienes resisten, de todos modos: "De las 46.000 reses que recorrieron las calzadas en 1990, 31.000 lo hicieron andando. 15 años después, 30.000 fueron trasladadas en camión, y 18.000 salvaron la distancia por los caminos". Y eso es bueno para todos, pues el uso de las cañadas contribuye a su conservación, y las podemos disfrutar todos. Hay que tener en cuenta que se trata de espacios protegidos, con su propia legislación, y que son uno de los pocos reductos que quedan a la gente que reclama su derecho al movimiento no motorizado, que quiere ir de un pueblo a otro sin usar coche para recorrer un kilómetro, sólo porque no puede cruzar andando la autovía de cuatro carriles que los une. En algunos casos han sido invadidas por el asfalto, como en el caso de Madrid. Sólo de forma anecdótica, una vez al año, los rebaños recorren las calles madrileñas para recordarnos que siguen teniendo derecho a usar la cañada, por mucho asfalto que tenga encima. En otros casos, las vías pecuarias sufren el acoso de constructores de carreteras y de urbanizaciones, o incluso de agricultores, que estiran sus tierras más allá de lo correcto. Pero lo que me lleva a escribir esto es otra cosa, en realidad. Leyendo el artículo que citaba al principio, me resultaba curiosa la escasez de pastores (mira, una profesión sin paro). Y hoy, pocos días después, leo una noticia que habla de unos cursos de verano (anda, como los de la Menéndez Pelayo) donde enseñan la casi extinta profesión del pastoreo. ¡Tres hurras por los alumnos!

2007/07/12

Blog sin humo

Me entero hoy, tiempo después de que esto naciera, de la "campaña" de blogs sin humo. Dedicada, imagino, a gente que busca refuerzos positivos mientras deja de fumar, o porque lo ha dejado y se esfuerza en no volver, o lo que sea. No es mi caso, pues nunca he fumado. Bueno, sí, una vez, en una boda con pocos años. Del mal rato que pasé tosiendo creo que se me quitaron las ganas.
El caso es que ahora, cada vez que entro en un restaurante y veo ese cartel, me alegro, como me alegré cuando se dejó de fumar en el trabajo.
Aunque prefiera que la gente no fume (destrozo que se hacen), cada cual es muy libre. Y, total, son impuestos que van a las arcas públicas.
Pero me alegro porque los sitios huelen mejor, no tengo que estar soplando a los fumadores, me quito una fuente de estrés. Y me alegro de que la gente no fume porque, aunque no todo el mundo es igual, hay mucho guarro.

2007/07/11

Cariño, ¿qué hacemos con los niños?

De nuevo No Impact Man publica un post que no puedo resistirme a difundir. Como dice la gente en los comentarios, es de los que alegran el día. Yo estoy de acuerdo, y pienso además en otra conversación en la que alguien se sorprende de los padres, que tiemblan ante la perspectiva de tener que entretener a sus niños cuando se terminan las clases.

Un lector me pregunta cómo hacemos para entretener a Isabella sin TV o videojuegos:

Hacemos torres con bloques de madera y nos partimos de risa cuando se caen las torres.

Cerca de la hora de irse a dormir, nos sentamos en el sofá, escuchamos música clásica en la radio de manivela, y tratamos de tararear. Isabella se chupa el pulgar y, si está generosa, levanta su pulgar izquierdo para que Michelle o yo lo chupemos.

Nos sentamos en las escaleras del edificio vecino y hablamos con la gente que pasa. Isabella elige el escalón, y dice "Siéntate aquí, papi".

Paseamos, sin ir a ningún sitio en especial, e Isabella me enseña cómo puede correr, moviéndose mucho, en su aún torpe manera, igual que el hombre de hojalata antes de que Dorothy le echase aceite.

Bailamos y bailamos y bailamos.

Nos turnamos en hacer ataques de besos a mamá.

Meto mi dedo bajo el brazo de Isabella y lo dejo ahí hasta que ella dice "muévelo". Lo hago, y nos tronchamos de risa.

Hablamos sobre todas las cosas que vemos, y les decimos hola a todas: "hola coches, hola casas, hola cielo, hola árboles, hola perro, hola señora".

Montamos en bici hasta el Hudson River Park, donde Isabella siempre anda hasta las vías y dice, "hola, río, ¿cómo estás?"

Jugamos en la fuente de Washington Square Park, donde Michelle se preocupa de que el agua esté demasiado sucia, pero no puede evitar contagiarse de la alegría de Isabella.

Vamos a la nueva piscina para niños y sus padres en Thompson Street, en SoHo, donde un chico de 11 años sigue intentando chocar los cinco con Isabella y ella sólo sonríe, pues es demasiado tímida.

Comemos montones de sandwiches de queso al grill cortado en tiras largas y yo intento, sin éxito, que Isabella no se limite a zamparse el queso y dar el pan a Frankie, el perro.

Hacemos pan juntos, lo que significa que yo hago el pan, e Isabella se pone de pie en una silla, saca todo de los cajones de la cocina y lo deja caer al suelo.

Cocinamos juntos, lo que significa que yo cocino, e Isabella se pone de pie en una silla, saca todo de los cajones de la cocina y lo deja caer al suelo.

Removemos la colada en la bañera juntos. "Estoy salpicando con los pies", dice Isabella.

Lavamos los platos juntos. "¿Te ayudo, papi?"

Hacemos peleas de mentira en la cama.

Montamos sin destino en el NoImpactoMóvil (nuestro triciclo con asientro atrás para Isabella), viendo qué podemos ver, y cantando This Old Man si hace sol, y The Old Man is Snoring si está lloviendo.

Aporreamos cosas haciendo mucho ruido.

Si Michelle no está, le decimos cosas de todos modos y nos preguntamos si podrá oírnos en su cabeza.

Probamos a ver quién puede gritar más alto.

Jugamos al escondite

Examinamos el cuerpo de Isabella en busca de heriditas y las besamos.

Jugamos a saltar muy, muy alto

Vamos a los columpios

Vamos en bici hasta el puente de Brooklyn y paramos en medio para mirar los otros puentes, que Isabella adora.

Vamos a algún sitio con Hanna, la mejor amiga de Isabella. Cuando se saludan se abrazan muy fuerte, pierden el equilibrio, se caen y empiezan a llorar. Entonces las animamos poniéndolas una al lado de la otra en el NoImpactoMóvil y tocando mucho el timbre.

Hacemos coletas en el pelo a Isabella y entonces ella va y se las enseña a "mi hermana Frankie", el perro.

Jugamos a pillar con Frankie, e Isabella se troncha.

Leemos libros.

Llamamos a los abuelos por teléfono, e Isabella se pone tan nerviosa que habla demasiado rápido y no le salen las palabras.

Y al ir a dormir, cantamos "Somewhere over the Rainbow", y una canción de James Taylor, You Can Close Your Eyes.

Padres, no será por ideas...

2007/07/10

Agua mineral, ¿mejor que la del grifo?

Agua del grifoLeyendo un post de No Impact man me viene a la cabeza un post que leí hace un tiempo no sé dónde. En él se desmontaban unas cuantas ideas acerca del agua mineral, arraigadas en la conciencia colectiva probablemente gracias a la publicidad.
Ahora, rebuscando, veo numerosas fuentes que repiten una serie de datos; entre ellos, una historia que tal vez aún recordéis: en 2003, saltó a los medios el fiasco de Aquafina (marca de agua de Pepsi), que envasaba agua del grifo después de someterla a un proceso de depuración. El resultado de este proceso era que un 60% del agua iba al desagüe, y el resto se vendía a 0,85 euros (en España), en lugar de a 0,00075 euros / litro que cuesta el del grifo.
Otras cosas que se cuentan:

  • El agua embotellada no siempre es más "higiénica" que la del grifo Cuenta un estudio holandés que, "tras analizar el contenido de 68 marcas comerciales procedentes de 16 países, los autores encontraron rastros de bacterias, entre otras de las familia del estafilococo y de 'Legionella', en el 37% de ellas y de hongos en un 4%". Por otra parte, mientras que la calidad del agua del grifo está regulada y vigilada por ley, no siempre ocurre lo mismo con la embotellada. Hay mucha, muchísima información [en] aquí, en inglés (algunas cosas, en español).
  • El agua embotellada genera residuos Las botellas de agua suelen ser de PET o plásticos similares. Cada botella puede tardar 1000 años en degradarse, además del consumo de materias primas y energía que implica su fabricación.
  • El agua embotellada implica gasto de combustible Además, para que la botella llegue a nuestra casa, hace falta una red de transporte, normalmente consumidora de combustibles fósiles, y contaminante. No deja de ser irónico que alguien de Estados Unidos, por ejemplo, tenga que hacerse traer su botella de Évian desde Francia para, simplemente, echar un trago de agua.
  • Los mayores consumidores son los que menos lo necesitarían Los países del "primer mundo", los que más dinero pueden permitirse gastar en agua embotellada, tienen las mejores redes de distribución y, por tanto, el agua de mejor calidad.
  • El agua embotellada es más cara que la gasolina Dependiendo de dónde, de marcas, etc. Pero si no, no anda demasiado lejos. Para tratarse de un bien de primera necesidad, no está mal. Lo que está claro es que, para los fabricantes, es buen negocio.
  • El agua embotellada sabe mejor que la del grifo En la mayoría de sitios recomiendan utilizar un filtro. Yo vivo en la provincia de Madrid, donde la calidad del agua es excelente, así que no tengo experiencia al respecto. Sí es cierto que en otros sitios donde he estado evito el mal sabor del agua del grifo, pero no sé hasta qué punto un filtro arreglaría el problema. EN cualquier caso, habría que ver si compensa.
Otra tendencia que me agrada mucho es que, en Estados Unidos, donde tantas tendencias empiezan, [en] en algunos restaurantes de categoría están empezando a favorecer el consumo de agua del grifo (aquí en español). Separándose de la tendencia, que ya lleva pocos años llegando a España, de las cartas de agua y el gourmetismo, sirven agua del grifo sin otra opción. Veremos cuánto se tarda aquí en recobrar el sentido común.
Y para terminar, os remito a otro artículo la mar de completo. Tanto, que si lo hubiera visto al principio, tal vez no hubiera escrito éste.

Actualización: El País también escribe en esta línea, informando de que los ayuntamientos de varias ciudades del mundo se posicionan contra la contaminación que representan las muchas botellas tiradas a la basura.

2007/07/06

No queremos ir de compras

En AlterNet (ojo, en inglés) alguien se propone no comprar nada nuevo en un mes. Está permitido comprar cosas de segunda mano, con excepción de comida, medicinas (obviamente) y ropa interior. No se trata de cambiar el mundo, total, es un mes. Pero sí de tomar conciencia de hasta qué punto somos dependientes de consumir recursos.
No nos engañemos: cada cosa nueva que compramos ha necesitado de unas materias primas, una mano de obra y una energía para llegar a ser. Podríamos añadir lo necesario para que haya llegado a nuestras manos, a veces desde muy lejos. Y, normalmente, comprar algo nuevo significa tirar algo que ya no usaremos porque está antiguo, roto, o pasado de moda.
Me llama especialmente la atención que la protagonista de esta historia, más allá del reto, busca información. Así que se pone a hablar con economistas sobre las ideas que surgen al respecto, muy del discurso norteamericano: así contribuyes a frenar la economía, el consumo, etc. Como dijo un presentador de radio, dirigiéndose a un líder de un movimiento que promueve la reducción de consumo: Sois malos para América, y sois malos para la economía.
La cuestión es que, dice uno de esos economistas, si la gente se volcase en no comprar, posiblemente resurgirían los fabricantes de cosas que duran, como las que se hacían antes. Más caras, pero más duraderas. Con posibilidad de arreglarlas cuando se rompen, sin que el arreglo cueste más que el cacharro nuevo.
Otra conclusión interesante a la que llega la no-compradora, tras leer un estudio sobre el impacto ecológico que representa cada compra, por categorías, es que de las 50 categorías, 7 de ellas representan la mayor parte del total. Y no se trata, precisamente, de las que compramos (o no) todos los días, sino de las grandes, como casas o coches. Así que, después de todo, tal vez resulte no sea necesario ponernos tan radicales como para dejar de comprar del todo; lo más sensato será, seguramente, comprar con mesura, lo que sea necesario, y teniendo en cuenta qué implica que lo que compramos haya llegado a nuestras manos. Y, claro, pensar más cuanto más grande es la compra.

2007/07/03

Pide una bici a la DGT

En respuesta a la iniciativa por parte de la DGT de financiar la obtención del carnet de conducir a los jóvenes, Ecologistas en Acción de Salamanca propone que le pidamos una bicicleta a la DGT. Puede que, mirada de forma estricta, dicha propuesta no tenga ni pies ni cabeza. Como dice alguien, en todo caso, que la financien. Mira, pues sí, también podría ser. Pero es que la DGT está para otras cosas, o sea, para lo del tráfico, que es lo de los coches. O no, porque también las bicicletas son tráfico. Y si la DGT tiene, entre otras preocupaciones, la de reducir el número de accidentes de tráfico, ¿no sería bueno quitar coches de las carreteras y reemplazarlos por bicicletas? Por otra parte, moverse en coche tiene unos gastos sociales que no se suelen considerar. Si los tuviéramos en cuenta, igual lo de regalar la bicicleta tampoco es tan descabellado. Podrían pedir ayuda económica al ministerio de Sanidad: si usamos la bicicleta habrá menos colesterol, obesidad, enfermedades pulmonares. Es evidente que cada cual hará luego lo que quiera. Pero sería interesante una campaña del tipo:

La DGT te ayuda a moverte, tú eliges: te financiamos el carnet y te mueves cuando tengas coche, o te financiamos la bici y te mueves desde el primer día.

Pero qué listos que son los gatos

Hace poco escribía Ayhesa, gatófila consumada, acerca de una curiosa noticia. Un riguroso estudio ha permitido llegar a la conclusión de que los gatos, de puro listos, decidieron domesticarse a sí mismos y así, sólo con poner cara de lindo gatito, recibir su lata de Whiskas, en lugar de tener que andar por el monte cazando alimañas. ¡Qué espabilados!
Justo como el que ayer, al dejar la puerta de la terraza de la cocina abierta e irme a otra cosa, me encontré en el baño, en el otro extremo de la casa. Es un gato reincidente, aunque hasta ahora sólo había llegado a pasearse por la terraza. Y no es demasiado espabilado, porque la pechuga de pollo que había en la cocina no sufrió daño alguno. Aunque el gato, si vuelve a intentarlo, tal vez tenga menos suerte... le salvará que seguramente será más rápido que yo. Pero lo veremos.