2019/01/27

Taxis y VTC

Cómo será la cosa que, con lo poco que escribo, me haya lanzado de nuevo. Como usuario no puedo aportar mucho; uso muy poco taxi (del tipo que sea). Pero bueno, para empezar, pongámonos en situación.

Paro patronal

En Madrid y Barcelona, los taxistas llevan de paro patronal más de una semana. Ven que su negocio peligra, al aparecer una competencia que, con menos obligaciones, puede ofrecer igual o mejor servicio.

Los taxistas, para dar el servicio que dan, han de tener una licencia municipal, que les permite hacerlo y, a la vez, les impone una serie de condiciones; la más visible es el precio, y supongo que habrá otras de índole organizativa (días de libranza) o técnica.

Sus argumentos son que están regulados y ofrecen un servicio que cumple cierta normativa, algo a lo que los VTC no están sujetos. Además, su argumento real, que a veces expresarán y otras no, es que la inflación de las licencias habrá llevado a muchos a pagar un dineral por algo que los VTC no necesitan.

Los VTC, sin embargo, se dejan defender por sus usuarios (la razón de su éxito). Los argumentos más vistos son que el conductor va impecablemente uniformado y que les ofrece una botella de agua. O el sistema de valoraciones, que premia a los mejores conductores. También se habla del precio, aunque por lo poco que he mirado no he visto mucha diferencia. Otra razón relevante es que al montarte en el taxi ya sabes cuánto te va a costar el viaje.

¿Qué dice la ley?

Me resulta complicado encontrar referencias legales específicas para VTC que me permitan averiguar cuál es la situación actual. Entre otras, están el RD 1211/1990 (regula los Transportes Terrestres, en general), la del RD 1057/2015 que modifica la anterior, el RDL 13/2018 (que dice poco, salvo que hace competentes a las comunidades autónomas en este tema) y referencias varias como la de las peticiones de la CNMC de nuevas modificaciones, que ya no sé muy bien en qué quedan. La página más completa es ésta, aunque siendo de CNT Taxi y no aportando enlaces a fuente oficial tal vez haya que leerla con reservas (no sé si contiene todo lo anterior).

Los VTC existen desde hace mucho; los usaban los hoteles para recoger a alguien en el aeropuerto, o podías llamar a una empresa que te ofrecía ese servicio a tu llegada. O una aseguradora, para llevarte a casa cuando tu coche te dejaba tirado y se lo llevaba la grúa. O una empresa, para transporte de sus empleados, por poner sólo unos ejemplos. Parece que nadie se acordaba mucho de ellos, siendo un sector que, desde luego, no era competencia de ningún otro. El ya citado RD 1057/2015 dice:

A tal efecto, el contrato de arrendamiento de vehículos con conductor deberá haber sido cumplimentado previamente a que se inicie la prestación del servicio contratado, debiendo llevarse a bordo del vehículo la documentación acreditativa de dicha contratación, conforme a lo que se determine por el Ministro de Fomento.

Los vehículos adscritos a las autorizaciones de arrendamiento de vehículos con conductor no podrán, en ningún caso, circular por las vías públicas en busca de clientes ni propiciar la captación de viajeros que no hubiesen contratado previamente el servicio permaneciendo estacionados a tal efecto.

En definitiva, los VTC prestan un servicio contratado con antelación entre dos entidades privadas, sin ninguna Administració de por medio. Pero las apps permiten un resquicio legal, que es realizar esa pre-contratación casi en tiempo real, equiparando el servicio al del taxi "oficial".

Propuestas sobre la mesa

En Cataluña se está hablando de que el servicio de VTC no podría prestarse hasta 6 horas después de su contratación. El sector de VTC dice que eso llevará a su desaparación. Precisamente una norma que haría que se cumpliera, si no la letra, sí el espíritu de la ley.

También he leído otra propuesta, que el coche que atienda una petición debe estar a más de 300 m. Esto último sería absurdo, salvo por que el resquicio legal ha degenerado, y los VTC se ofrecen a sus posibles clientes sin más, sin app de por medio y, además, de forma claramente contraria a lo regulado. Curiosamente no gusta ni a los taxistas (no aporta nada) ni a los VTC (no sé si por mantener su postura de enfado, o porque en realidad sí les afectaría).

Y, ¿cómo resolvemos todo este tinglado?

La primera opción, que contentaría a los VTC (supongo), sería modificar la ley para equipararlos, al menos hasta cierto punto, con los taxistas. Obtención de cierta licencia municipal, o del ámbito que sea, obligación de revisiones técnicas, etc. Para operar en condiciones similares sería lógico regular también el precio (igual esto no gusta tanto).

El inconveniente que les plantearía a los taxistas es que, en general, han pagado un dineral por la licencia, un papelito que les permite ser parte de un oligopolio, precisamente el objetivo de los afines a los VTC. Es obviamente un tema polémico, pero las licencias en su momento fueron expedidas por los ayuntamientos a un precio "simbólico" y es la inflación la que les ha dado unos precios irreales. Se han comprado y vendido en un contexto de libre mercado, y pedir ahora a las administraciones que mantengan su valor (y por tanto su precio) no parece muy justo.

A este respecto ocurre algo gracioso: resulta que con las licencias VTC está ocurriendo lo mismo. Esto tiene relación con la restricción de "1 licencia VTC por cada 30 de taxi"; al crearse escasez de licencias, sube su precio.

¿Cómo hacemos que no vuelva a ocurrir?

Un primer objetivo sería impedir la inflación por escasez? Si asumimos que el número de licencias será limitado, el organismo competente debería fijar un precio, que se podría actualizar con la inflación, y sería el único "vendedor" posible de dichas licencias. Los licenciados deberían devolverlas cuando cesara su actividad, y podrían perderlas en caso de ciertas infracciones, impagos de tasas... Quien quisiera una de estas pasaría a una lista de espera, y se le adjudicaría una cuando hubiera disponibilidad.

¿Cómo evitar el mercado secundario? Si se detecta que alguien está explotando una licencia ilegalmente (por figurar a nombre de otro, porque la relación entre el conductor y quien posee la licencia no entra dentro de lo permitido), se recuperaría y se asignaría al primero de la lista de espera.

¿Y cómo evitamos la depreciación súbita de las licencias actuales? Si hubiera que hacerlo (lo cual es cuestionable), se podría fijar el esquema anterior dentro de un plazo determinado, de modo que fueran perdiendo valor progresivamente, al saber que (por ejemplo) en 25 años su precio sería el oficialmente fijado.

¿Y lo de las flotas?

Otro tema polémico es que si las licencias VTC están acaparadas por una serie de personas, que si se han enriquecido injustamente... Lo de la riqueza tal vez se resuelva con la medida anterior.

Sí veo una diferencia importante entre ambas partes, no tanto en la actualidad, sino con el sector del taxi tradicional. Durante mucho tiempo el taxista era un trabajador autónomo en toda su extensión. Pagaba una licencia, compraba un coche y lo explotaba sacando un beneficio. Al subir el precio de las licencias (o simplemente por aprovechar), la licencia y el coche hacen turnos, empleando a otros conductores (autónomos o no).

Diría que esto ocurre aún más con los VTC. Pocos conductores son dueños de licencia y coche, sino que trabajan para alguno de los acaparadores de licencias. Como al final son cuatro, su poder para fijar salarios es grande. Legislar sobre los tipos de contrato permitidos podría servir. Un precio limitado para las licencias cambiaría también todo.

Pero con las VTC hay otro problema. Si un conductor no puede salir a la calle a buscar clientes, depende de una empresa que se los mande. Las opciones actuales son Uber, Cabify, y tal vez algún otro. Siempre estaría la opción que ya usan los taxis, los "Teletaxi" (contratación por teléfono), tal vez modernizados con su propia app.

Tener a todos por la calle buscando clientes puede ser caótico (aparte de la contaminación asociada). En Madrid es así, en otros lugares no es posible tomar un taxi fuera de las paradas habilitadas. Sería una opción.

¿Y en otros sitios, cómo lo hacen?

Se me ocurre que la coexistencia de taxis públicos y privados no es nueva. Me he acordado de lo que escribí sobre GreenTomatoCars, y recuerdo también haber visto sobre el terreno que en Londres hay taxis de los dos tipos. Releyendo el citado post veo que su funcionamiento sería acorde al de los VTC. Pero el artículo es de hace 11 años. Me alegra ver que siguen existiendo, y veo que ahora tienen su propia app. Ofrecen un servicio diferenciado, y parece que no les va mal.

Durante toda la polémica actual no he visto ninguna referencia a cómo se ha resuelto este problema en otros países. De hecho, si junto las ideas de que Uber nació en Estados Unidos y los taxis amarillos de Nueva York.. ¿no hubo conflicto? ¿Cómo se resolvió?

Acabando

Quizá lo que me ha llevado a escribir este post ha sido el deseo de reflexionar sobre este lío, de poner sobre la mesa mis ideas al respecto (y ordenarlas un poco, de paso). Siento que me ha quedado muy largo, y no todo lo ordenado que me gustaría.

Me encantaría ver comentarios que corrigieran o ampliaran las ideas que he plasmado, siempre en un tono constructivo.

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1 comentario:

Cocodras dijo...

Se me ha dado por pinchar en el enlace a tu blog (en vez de hacer el recuento, mal) y me encuentro con este inocente tema. :D

Yo también me preguntó qué se ha hecho en otros sitios para solucionar el conflicto, si es que se ha hecho algo. A veces pienso que a los medios o a los que tienen que legislar les pasa como a mí: les da pereza buscarlo.

Deberías escribir más. ;)