2007/08/17

Hazte donante, es emocionante

Autobuses Cruz Roja

Recurro, para titular este post, a un lema que vi en la facultad de Teleco, hace ya muchos años, con motivo de una visita del autobús para conseguir sangre.

Tal vez no es, sin embargo, el mejor de los lemas. Donar sangre no tiene mucha emoción, es algo bastante sencillo, sin efectos secundarios, y poco doloroso. Un pinchacito, un poco más gordo que para un análisis de sangre, un cuarto de hora tumbado moviendo la mano, y listo. Ni siquiera es necesario, como mucha gente piensa, acudir en ayunas, más bien todo lo contrario.

¿A cambio? Pues tu sangre, un elemento necesario para salvar vidas.

La donación de sangre es, hasta ahora, la única forma de conseguir la sangre necesaria en las transfusiones que se realizan en los hospitales. No hay forma de sintetizarla, no sabemos construir sangre artificial. Así que es una de las pocas cosas que uno puede hacer con la certeza de que el esfuerzo merece la pena.

Una acción verdaderamente altruista, pues no hay remuneración a cambio. Aunque sí resulta interesante que, dado que la sangre de cada donante es analizada, sirve como chequeo periódico: el resultado del análisis se remite al donante, de modo que si aparece algún problema lo sabremos enseguida.

Aunque no se dice en las noticias, pensemos que cada vez que oímos hablar de los accidentes de tráfico, las víctimas, las tragedias, hay detrás una necesidad de sangre importante. Y pensad que le puede pasar a cualquiera, ninguno estamos exentos de necesitar sangre alguna vez.

2007/08/13

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!

Buscando un enlace he llegado a una página que visité en tiempos, y quedó perdida en el olvido. Se trata de opuslibros.

Esta web, por lo que recuerdo, comenzó siendo un reducto donde se podían leer ciertos libros secuestrados, obras críticas con la Obra, que tuvieron un destino poco feliz, posiblemente con ayuda de los hilos que se mueven desde ella. De hecho, uno que empecé a leer a ratos, dejó de estar disponible en la página web al volver a estarlo en el MundoReal.

Ahora la página es un conjunto de recursos sobre lo que hay en el Opus Dei, elaborada y mantenida por personas que estuvieron dentro, bastante dentro y bastante arriba.

Sigue siendo una buena referencia no sólo en cuanto a libros e información sobre la Obra, pues también incluye libros que fueron útiles a quienes alguna vez se enfrentaron a la dura tarea de salir, rompiendo con los "amigos", con las propias "creencias", cambiando de vida, en definitiva.

En cualquier caso, como dicen en su FAQ, no es una web contraria al Opus; simplemente, reúnen y hacen pública "información fiable sobre el Opus Dei a la que pocos tienen acceso", y se ofrecen como "punto de referencia y apoyo para las personas perjudicadas por las prácticas del Opus Dei".

2007/08/09

Bibliomula

Cada vez más, el ingenio se aviva para llevar lectura a donde no llega. En microsiervos leo que, en Venezuela, están usando mulas para llevar libros una vez a la semana a varios pueblos andinos, bastante aislados del resto del mundo.

Los niños que allí viven tienen así acceso a la lectura, y los encargados de este proyecto aprovechan para fomentar la lectura. "Pero se trata de algo más que eso. Estamos ayudando a educar a la gente sobre otras cosas importantes, como el medio ambiente. Ahora todos los niños están sembrando árboles. Hacemos todo lo posible por mejorar la calidad de la vida de estas comunidades y por conectarlas".

Más info aquí.

2007/08/06

Si vas en coche a comprar el pan...

Hace unos días publicaba El País una noticia que, a mi juicio, se veía venir. Resulta que, tal y como está el precio de la gasolina, resulta más rentable convertir el trigo en combustible que en pan.

En Directo al paladar hablan también de ello, con respecto a los cereales, la fruta, o a los productos derivados de éstos.

Es evidente que, si todo el mundo llevase el ritmo de vida occidental, nos iríamos al carajo. No es viable realizar el consumo de recursos que realizamos salvo que, como ocurre, seamos unos pocos quienes lo realizamos. Y los chinitos, que sigan montando en bici.

Ahora, para solucionar ese problema, se nos ocurre la maravillosa idea de cultivar para producir combustible. Como idea podría estar bien: en lugar de tener que esperar millones de años para disponer de combustibles fósiles, sólo tendremos que esperar un año. Pero quitarle el pan a la gente para que pueda montar en coche... Veremos qué ocurre cuando cojan el coche para ir a comprar el pan y no haya.

Por otra parte sería, posiblemente, engañoso, llegar a la conclusión de que "el hambre en el mundo" aumentará por esto. Este problema no se da exclusivamente por una falta de alimentos (ver, por ejemplo, este artículo), así que reducir los alimentos disponibles no creo que empeore demasiado la situación. Otra cosa es que el aumento del precio de alimentos básicos pase factura a quienes, actualmente, sí tenemos qué comer.

Tal vez la próxima genialidad sea cuando se mejore algún proceso que permita mover motores con el resultado de procesar algún tipo de basura, orgánica o inorgánica (por cierto, siendo tan bueno esto segundo, resulta sospechoso que no sepamos nada más). Seguro que alguien lo estropea creando plantas que generen basura en cantidades industriales, para convertirlas en combustible.

"La comida es básica para nuestras vidas. No estaría bien que no fuera más que un combustible que nos permitiera movernos más rápido, acelerando así el consumo de la Tierra y sus recursos"
Carlo Petrini, fundador y presidente de la organización slowfood

Basura en las calles

Hace unos días ya, supimos de la iniciativa de un australiano que, no pudiendo aguantar la suciedad que llenaba la plaza Alberdi (en Tucumán, Argentina) se puso a limpiarla.

En lugar de refunfuñar y quejarse, compró unas escobas, habló con la gente que había en la plaza, vecinos, comerciantes, y les animó a ayudarle. Consiguieron llenar 17 bolsas de basura, para vergüenza de los responsables de la limpieza.

(Me) Resulta indignante ver el desprecio por la limpieza de la calle, que la gente tire las cosas fuera del coche (supongo que por mantener su coche limpio, claro), o que ignore la presencia de papeleras, muchas veces al lado, y tire lo que no necesita al suelo.

Muchas veces, si les preguntas, te encuentras con la triste excusa de que hay que dar trabajo a los barrenderos. Pues nada, que rompan bombillas y destrocen puertas, quiebren cristales y quemen muebles. Sobre todo, los de su propia casa, para así dar trabajo a cristaleros, carpinteros y ebanistas. Pero que les paguen ellos, y aguanten ellos el desorden.

Nosotros, los que preferimos la limpieza, recordamos a esa gente que no nos gusta que tiren sus desperdicios a la calle. El sábado pasado, cenando con unos amigos, lo comentó alguien. Y también, en el artículo citado, dice "el artesano Gómez: los otros días íbamos caminando por el cerro San Javier y se me cayó un ticket del supermercado; Warwick lo levantó y me dijo: esto es tuyo. Me obligó a guardarlo hasta que pudiera tirarlo en un cesto". La compañera de cena tuvo peor suerte: al comentario de "Chicas, se os caído esta bolsa [de patatas]", recibió la natural respuesta de que no, que se habían terminado las patatas, por eso la habían tirado. Por lo menos no le llamaron nada feo, que también pasa.

Puede haber esperanza: "Warwick recordó que hace unos 40 años, ocurría lo mismo en Australia, en particular en su ciudad, Sydney. Pero el Gobierno impulsó que en las escuelas se enseñe a limpiar los lugares públicos; se hizo una campaña intensiva por televisión y además se establecía un día al año de limpieza, por parte de los vecinos y escolares, de una plaza o de un parque. Con el tiempo, eso fue generando una mentalidad. Hoy en Australia no se ve ni un papel tirado en las calles".