2007/08/17

Hazte donante, es emocionante

Autobuses Cruz Roja

Recurro, para titular este post, a un lema que vi en la facultad de Teleco, hace ya muchos años, con motivo de una visita del autobús para conseguir sangre.

Tal vez no es, sin embargo, el mejor de los lemas. Donar sangre no tiene mucha emoción, es algo bastante sencillo, sin efectos secundarios, y poco doloroso. Un pinchacito, un poco más gordo que para un análisis de sangre, un cuarto de hora tumbado moviendo la mano, y listo. Ni siquiera es necesario, como mucha gente piensa, acudir en ayunas, más bien todo lo contrario.

¿A cambio? Pues tu sangre, un elemento necesario para salvar vidas.

La donación de sangre es, hasta ahora, la única forma de conseguir la sangre necesaria en las transfusiones que se realizan en los hospitales. No hay forma de sintetizarla, no sabemos construir sangre artificial. Así que es una de las pocas cosas que uno puede hacer con la certeza de que el esfuerzo merece la pena.

Una acción verdaderamente altruista, pues no hay remuneración a cambio. Aunque sí resulta interesante que, dado que la sangre de cada donante es analizada, sirve como chequeo periódico: el resultado del análisis se remite al donante, de modo que si aparece algún problema lo sabremos enseguida.

Aunque no se dice en las noticias, pensemos que cada vez que oímos hablar de los accidentes de tráfico, las víctimas, las tragedias, hay detrás una necesidad de sangre importante. Y pensad que le puede pasar a cualquiera, ninguno estamos exentos de necesitar sangre alguna vez.

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