2022/07/11

Identidades de género

Hace tiempo, en Radio Nacional, Toño Fraguas presentaba una sección llamada Filosofía en pantuflas (creo que actualmente sigue con una sección parecida, ahora llamada Pienso, luego estorbo.

El caso es que al terminar el programa, y para la semana siguiente, pidió a los oyentes (entonces, escuchantes) que le enviasen sus impresiones sobre ideología de género.

Tuve la suerte de ser el elegido para oir mi aportación en antena. O quizá fui el único que escribió, pero qué más da. Resumida y organizada, eso sí, como pedía en el texto que envié:

Mi opinión acerca de todo este tema está dividida. Siempre me he considerado a favor de la igualdad. Por esto, cuando oigo hablar de feminismo, me pongo alerta.

La propia palabra parece presentarse como antónimo de machismo. Pero si dices eso, la respuesta será que no, que en realidad el feminismo busca la igualdad. Aunque en los casos más radicales resulte ser cosa de mujeres, y los hombres no sean muy bienvenidos salvo cuando viene bien.

A ver, que me salgo del tema. Cuando la barriga me deja veo que soy hombre, y heterosexual. ¿Del resto de etiquetas? No puedo prescindir de mi educación, obtenida en tiempos donde un hombre era un hombre, pero no me considero atado por ella (conscientemente, claro), y desde luego no es algo que me defina, ni por lo que sienta especial preocupación.

Entonces, la fijación en que "la mujer debe poder definirse a sí misma", necesita de un rol "mujer" separado de lo demás. ¿Cómo debe ser la mujer? A mi entender debería ser persona, como los hombres; debería ser feliz, responsable con el planeta, amable con sus semejantes... iguales en definitiva, en derechos y oportunidades, en deberes, en todo.

Pensaba también en la transexualidad. Gente que no se siente a gusto en su cuerpo, porque su mente "es" del sexo contrario. Lo mismo es que esta mente se siente más a gusto en el rol del sexo contrario, pero ¿es necesario ese rol? ¿Y si cada uno pudiera ser como quisiera?

Nos queda lo que pone en el DNI. Pero eso, al final, depende de que lo que haya bajo la barriga. No debería definir nuestro comportamiento, aspiraciones o derechos. Es más, si fuera así, a lo mejor lo del lenguaje inclusivo perdía importancia. La tiene porque se ve como una herramienta de discrimiación. Yo creo que no lo es, aunque admito que a quien está, o se siente discriminado, se lo pueda parecer.

Sé que todo es "física teórica", y que luego la realidad se complica. Aunque sea porque habrá quien no comparta mis ideas, y para defenderlas hace falta a veces tomar una posición poco equilibrada, aunque sea por compensar otros extremismos.

Han pasado casi 4 años, y sigo, en muchas ocasiones, perplejo. Por un lado veo la lucha histórica del feminismo, a favor de la igualdad. La base de esa lucha, entiendo, es que hay dos grupos, el de los hombres y el de las mujeres, y que ambos deberían tener iguales derechos y obligaciones.

Pero por otro veo una tendencia reivindicativa que, más allá del histórico LGTB, se empeña en añadir más letras. Ahora queremos difuminar los dos grupos anteriores. Bienvenido, género no binario o fluido. Si ya no hay mujeres y hombres, ¿dónde queda el feminismo? ¿Qué hacemos con las personas trans?

Y aquí engancho con lo que escribí en su momento. Parto de que cada cual puede tener la tendencia sexual con la que se siente más cómodo. Las cosas de cama son privadas, y mientras haya consentimiento mutuo, allá cada cual. Creo que las cuatro letras anteriores tienen que ver con esto. Más allá de esas letras, me da la impresión de que ya vamos a cómo nos comportamos, cómo vestimos, con qué jugamos. ¿Hay que poner una etiqueta, según la elección?

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