Abocados al botellón

Leo en bottup un artículo que me deja perplejo. Iba a escribir un comentario pero me ha quedado tan largo que lo publico aquí.

El autor plantea una idea que no entiendo, y que debe de tener clara, pues aparece en al menos tres frases:

• ... los adolescentes que se abren paso puedan canalizar de otra forma sus energías y así contribuir al justo desarrollo de sus comunidades

• cómo canalizamos los dones y talentos que poseemos

• ¿Cómo la juventud puede divertirse y ampliar más sus conocimientos sin llegar al alcohol o porros desmedidos?

O sea, si no entiendo mal, opina que "el alcohol y los porros desmedidos" son una forma (tal vez extrema y no deseable) de "ampliar conocimientos", y el botellón es una manera de "canalizar energías", "dones y talentos", y "contribuir al justo desarrollo de las comunidades".

Creo no haber sacado nada de contexto, pero no veo por dónde cogerlo. Podría entender que hable de lo divertido que es el alcohol (aunque a medio plazo sea cualquier otra cosa menos divertido), o incluso de la falta de alternativas de ocio para la juventud (cuestionable). Pero esto, no veo por dónde cogerlo.

No entiendo por qué los políticos deben ser los únicos responsables de ocuparse de todo lo que comenta. Para quemar adrenalina están los gimnasios o los paseos por el campo. O el voluntariado en múltiples ONGs. Una "juventud llena de tantas energías que desean expresar genuinamente para el bien" debería ser capaz de buscar, incluso de generar sus propios espacios de ocio. Y en lugar de quedarse en el título de la noticia ("De botellón en botellón por la falta de posibilidades"), ofrecer reacciones más constructivas.

Menciona un caso concreto, no sé si como ejemplo o como única expresión del problema que propone solucionar:

En fin, pienso que son muchas las preguntas que realmente poseen los jóvenes españoles, que se ven en ocasiones limitados para poder llegar hasta un escenario, una maqueta, una presentación, en fin, nuevas y reales oportunidades en todas las áreas del arte.

Hablemos de arte, en cualquier caso. Como decía, las oportunidades hay que buscarlas. Y no se puede pretender que todo el mundo triunfe. Como decían en aquella serie, "la fama cuesta". Y por mucho que ahora el mundo del arte, o el de la música en particular, esté muy mercantilizado, con las grandes discográficas, las listas de las radiofórmulas, e incluso la mano de la SGAE, los tiempos nunca fueron fáciles. Sólo hay que pensar que muchos de los grandes genios no fueron considerados tales hasta después de su muerte, y que hasta entonces vivían al día.

No todos los jóvenes españoles tienen inclinaciones artísticas, desde luego. Y no todos los que las tengan podrán explotarlas, ni se merecerán más que el debido respeto a cualquier persona. Creo que el arte puede crearse porque sí (en cuyo caso necesita de poco) o con objetivos económicos (en cuyo caso, el arte bueno debería hacerse valer por sí mismo).

Los "potenciales productivos" se pueden valorar en cuanto a productivos, pero no se puede pedir que se valoren más por proceder de gente joven.

Y volviendo al botellón: el desprecio de quienes lo practican por los derechos ajenos ha llevado a la prohibición. Una cosa es quedar con tus amigos a tomarte unos loquesea, con alcohol o sin alcohol, y otra es lo mismo pero a las tantas de la noche, gritando, con música a todo volumen, meando las esquinas, o dejando todo lleno de basura. Lo primero lo hice en tiempos, y me sigue pareciendo bien. Pero lo último, no.