La radio (y el resto de medios, aunque los uso menos) nos cuenta que viene el coco, que se prevé un asomo de atisbo de menor crecimiento (porque la palabra recesión da miedo y no se puede decir).
Y no diré yo que la recesión sea maravillosa, no soy tan atrevido. Pero ya escribí que el crecimiento continuo es una utopía, en el mejor de los casos y, en el peor, la receta segura para cargarnos este mundo en que vivimos. Así que si no podemos crecer siempre, y es difícil quedarnos igual de forma indefinida...
Supongo que el problema no es que sea mala en términos absolutos. Lo que ocurre es que el modelo de sociedad está basado en ese crecimiento. Y si no crecemos las empresas no ganan dinero, y los empleados no pueden seguir trabajando, y tampoco ganan dinero. Y como no pueden gastar más, pues gastan menos. Y volvemos a empezar.
Las alternativas al crecimiento, los bancos, los créditos, el consumo, no son atractivas, aunque haya quien ya se tenga que plantear su uso. Cuando lleguen, al menos queda el consuelo de que eran algo necesario para nuestra supervivencia.
Lo veríamos mejor si llegáramos a la conclusión de que hay que hacerlo de otra manera. Plantearnos cómo sería posible reducir consumos, reducir contaminación, reducir lo que llamamos "nivel de vida". Y, planteado ese objetivo, avanzar hacia él.
Más, mucho más sobre decrecimiento en este post y este otro.
Añado: en este reciente post se cuenta cómo, con un crecimiento sostenido de tan sólo un 2%, y si pudiéramos convertir en energía, con una eficiencia perfecta, toda la masa del universo conocido, tan sólo tendríamos para 8190 años.
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