He oído una noticia esta mañana que me ha dejado perplejo. Era algo así como que la ministra de defensa, C. Chacón, había hablado de que las tropas españolas deberían, en el futuro, respetar los derechos humanos en las misiones en las que participasen. Claro, uno da por hecho que YA deben respetar estos derechos no ya como militares, sino como seres humanos, sujetos por tanto de esos derechos y obligados (éticamente, al menos) a respetarlos para con el resto.
La cosa no es tan así, sino algo más sensata. Parece ser que, según el País, el respeto a los derechos humanos será la base del código de conducta militar. En unos días se aprobará un código de conducta de los militares que sustituirá al vigente desde 1978. El futuro reglamento "incorpora un nuevo capítulo con el código ético por el que deben regirse quienes participen en operaciones, tanto de combate como de mantenimiento o imposición de la paz".
Esto es, toma ideas de las de sentido común y las plasma en un texto legal, cuya obligación resultará más cercana a los militares. Me resulta curioso que hable de la posibilidad de objetar ante el superior una orden recibida, aunque dicha objeción deba presentarse después de ejecutar la orden. Supongo que no dirá qué ocurrirá después con el objetor.
En fin, que me parece bien que entre cierta cordura en una normativa aplicable a unas personas asociadas a la actitud de obedecer sin preguntar. No me termina de encajar esto de legislar las guerras, siempre me recordará a las guerras de Gila, de las de Oye, a ver si me devolvéis la bala, que no nos quedan más.
En fin. Mejor seguir con Gila.
1 comentario:
Pues sí, mejor seguir con Gila... "es que ha metido la cabeza en el cañón..."
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