Lectura ecológica

Leo en Emprendedores un post titulado Lectores y literatura verdes. Aun antes de terminar de leerlo, pensé que tenía que escribir algo sobre dos de los temas habituales en este blog.

Habla de tres ideas, bastante variopintas. La primera encaja directamente con el título. Los libros, impresos en papel, requieren de la tala de árboles. Así que Eco Libris te invita a plantar un árbol por cada libro que leas. Por ejemplo, con $10, se plantarán 13 árboles y recibirás 10 pegatinas (para que las pongas en tus libros).

Las otras dos evitan el uso masivo de papel, aunque no sea ese su principal objetivo. Una de ellas se dirige a la gente a la que le gustaría leer, pero no tiene tiempo. El objetivo es ofrecerles los libros trocito a trocito, un poco cada día. Cualquiera puede rascar 5 minutos de tiempo... así, cada día recibirán un email con una parte del libro. Se puede elegir entre títulos gratuitos, o de pago. Juraría haber visto esto antes...

Y la otra, en otro post, adapta el modelo de negocio de netflix: por una cuota mensual, te envían un número de libros. Cuando te los lees, los devuelves y te mandan más.

Y mirando, encuentro dos cosas interesantes. La primera es que no es la única que hace esto. Por lo menos, están booksfree y bookswim. Y alguna otra que tiene audiobooks.

La segunda es que no encuentro nada parecido orientado al mercado español / latino. Sí una noticia de meneame, en la sección de humor, donde la gente se mete con alguien que pregunta por un "servicio de alquiler de libros". Que si no ha oído hablar de las bibliotecas. Y ya no sé si es que en el mercado anglosajón no se estila lo de las bibliotecas, o prefieren que se los manden a casa, o es que pagando hay más donde elegir.

Y pienso, también, en el negocio de Círculo de lectores. Sus ventajas sobre las bibliotecas son la novedad de algunos de sus títulos, y la "manía" de muchos lectores de ser dueños de los libros que leen. Me pregunto si, pudiendo aprovechar la red de vendedores y clientes, y el stock de libros que tendrán, no sacarían provecho del negocio de alquiler. Tal vez necesitasen más variedad: conozco gente que, tras llevar un tiempo, encuentra dificultad para encontrar, una vez al mes, un libro que realmente quieran.

Como siempre, aprovecharé para hablar de BookCrossing, como opción parecida pero distinta: la posibilidad de pedir libros a otros lectores que ya los han leído, y no tienen la manía de la que hablaba antes.