Hoy hablo de Prius, para comentar dos noticias en las que éste aparece.
La primera, en la línea ecológica, como es habitual. Me entero por esta noticia de que en Islandia están apostando por el hidrógeno como combustible para autobuses, barcos, y también para automóviles, empezando por 10 unidades de Prius que lo utilizarán, en lugar de gasolina.
Buscando más datos, veo que no es tan novedoso. Hay varias menciones al respecto; ya en 2005, un organismo público de Connecticut recibió un Toyota con estas características. En cualquier caso, prototipos, más que nada. Se habla de 2015 como año objetivo para que el hidrógeno sea una opción real.
Por otro lado, hablando de hidrógeno, ya empiezan a oírse algunas pegas. Parece que una de las formas más viables de obtenerlo es extrayéndolo de los hidrocarburos, con lo cual estamos más o menos igual (en cuanto a dependencia del petróleo). Esa es la explicación que muchos encuentran al interés por esta tecnología de G. Bush, o de empresas como Chevron Texaco.
Las otras maneras serían a partir de gas natural, o a partir de agua, mediante electrolisis. Esta última, tan prometedora de entrada, tiene la pega de que la energía necesaria para producir una unidad de hidrógeno es mayor que la que podemos obtener de ella. Esto es, perdemos energía. Aun así, se puede considerar el uso de energía eléctrica (de origen renovable o no) para producir hidrógeno, que en algún momento podremos almacenar con más facilidad que la propia electricidad.
La otra noticia, muy en otro orden de cosas, es que el club de baloncesto Baskonia cede a los jugadores un Toyota Prius. En uno de éstos, cuatro jugadores se salieron de la carretera el pasado 29 de enero. Resultaron ilesos, el conductor lituano dio positivo en la prueba de alcoholemia, y como tenía carnet de conducir no español, se ha librado de cualquier castigo aparte del económico.
Amplio artículo sobre pilas de combustible
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