El último material que comentar en los noticieros sale de las ideas que ha tenido Miguel Sebastián, ministro de Industria, y últimamente podría decirse que de Medio Ambiente (al loro, señora Espinosa). Hace unos días presentó un plan con 31 medidas, de las cuales éstas son las más visibles:
Trabajar con la Comisión Europea para adelantar la eliminación completa del mercado de bombillas de baja eficiencia, unos 350 millones en la actualidad, hasta el año 2012, que podrían suponer un ahorro de hasta 2 millones de toneladas equivalentes.
Industria repartirá gratuitamente, a través de vales de regalo en la factura de la luz, una bombilla de bajo consumo por cada hogar en 2009 y otra en 2010, hasta un total de 49 millones. Esta medida se verá complementada por el reparto de seis millones de bombillas de bajo consumo, mediante un programa 'dos por uno' para la sustitución voluntaria de las bombillas incandescentes.
Limitación de la temperatura en el interior de los edificios climatizados de uso no residencial y otros espacios públicos, excluyendo los hospitales para que no puedan bajar de 26 grados en verano ni superar los 21 grados en invierno.
Reducir la velocidad un 20% en áreas urbanas o la implantación de coches eléctricos.
El pasado jueves oí que iban a aprobar la propuesta de las bombillas de regalo, y fue cuando empecé a escribir este post. Hoy es domingo y ya hay más noticias al respecto. Mi opinión está dividida; si algo que yo compraría me lo regalan, bien, en este sentido.
Si se lo regalan a alguien que no lo compraría y, así, lo lleva a su casa, lo pone, le gusta y se decide a comprar más, bien está. Aunque esto me empieza a recordar al marketing de muestras: el fabricante te da un sobrecito de su producto para que lo pruebes, te guste, y compres más.
Ocurre aquí que quien paga la muestra no es el fabricante, somos nosotros (a través del presupuesto de Industria). Y los fabricantes, que por una parte estarán muy contentos, dicen preocupados que no hay bombillas suficientes en España, ni quien las fabrique.
Este plan comparte algunas características con el de los 400 euros. Con una mano te lo cojo, con la otra te lo doy. Procuro que se oiga más la segunda parte, y quedo divinamente. Pero tiene una diferencia: el dinero que se "regala" tiene un objetivo. Supongo que se intenta vencer una desconfianza, una reticencia a pagar más por una bombilla que, total, alumbra como las otras.
En los comentarios de esta noticia afirman que sería más barato, directamente, prohibir la venta de bombillas incandescentes. Entiendo que no lo hagan con la TDT (el cambio puede ser algo más complejo, tecnológica y económicamente hablando), pero aquí se podría hacer. Eso sí, sería calificado de violento, arbitrario, yo qué sé qué más. Así que, dado que este objetivo se plantea para 2012, querrán empezar a preparar a la gente.
Lo que me resulta fascinante es cómo, mientras que en su momento se estimaba en 105 millones de euros el coste de las bombillas, hoy veo que se ha hablado de 400 millones. También el propio ministro de Industria ha resultado sorprendido por este nuevo presupuesto.
Otra reacción que veo hoy y no vi el otro día es criticar esta medida por "poco ecológica", en cuanto al contenido de mercurio de estas bombillas. En su momento hablé de lo falaz que resulta este argumento, aunque estoy de acuerdo en que habrá que mejorar en reciclaje para que el problema sea aún menor.
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