He sabido hace poco de una de esas ideas que ya ha oído uno antes, que aparecen por ahí de vez en cuando y que, en algún momento, alguien lleva a cabo bien, tras haber pensado en ello.
La necesidad que tratan de cubrir es la que puede tener un ciclista que decide emplear su bicicleta para ir a trabajar. Salgo de casa, subo en la bici, pedaleo, y llego al trabajo. Es posible que haya sudado algo, sobre todo si la ropa que llevo no es la más adecuada. Entiéndaseme: no tendría por qué suceder, mucho más que lo que podría suceder si en vez de ir en bicicleta voy andando. Pero a veces las posibilidades de la bicicleta nos piden ir un poco más rápido (o algún día vamos más tarde y corremos más).
¿No sería estupendo llegar al trabajo, aparcar la bici en un lugar cómodo y seguro, darnos una ducha y cambiarnos de ropa, dejando la que llevábamos guardada?
Eso es (para empezar) lo que ofrece [en] cycle2city en Brisbane, Australia.
De 6 a 20 horas, podemos dejar nuestra bicicleta aparcada. Tendremos toalla limpia cada día, vestuarios con aire acondicionado, taquilla y ducha, además de tablas de planchar y planchas (autoservicio) y servicio de lavandería. Hace poco han añadido un taller de bicicletas, además de una pequeña tienda de repuestos, pero también de bebidas, u otras cosas de utilidad.
Se me ocurrió al leerlo que es una idea de negocio interesante. Es cierto que necesita una inversión más o menos importante de local y acondicionamiento del mismo, pero el día a día no parece demasiado complicado siempre que haya un mínimo de usuarios.
El planteamiento original, ubicar este servicio en pleno centro urbano, se me antoja poco viable. Encontrar un local adecuado y los costes que este supondría son una barrera de entrada altísima. Ellos lo consiguieron con un local disponible en un nuevo intercambiador de autobuses. Pero, ¿y en un polígono industrial? No vale cualquiera, tendría que estar accesible en bicicleta, sin grandes problemas para los ciclistas de unos 10 km a la redonda. A la vez, rodeado de empresas que no ofrezcan los servicios que ofreceríamos nosotros.
Se podría incluso tratar de llegar a algún acuerdo con las empresas de alrededor. Queda siempre el inconveniente de que puede ser más difícil reunir el número de usuarios necesario para que funcione; al fin y al cabo, la densidad de visitantes asiduos (trabajadores, estudiantes, ...) siempre será menor en un polígono. También la densidad de población en esos 10 km será más baja, así como el aliciente que supone dejar el coche en casa por los atascos o el aparcamiento.
De todos modos, estoy seguro de que esta idea tiene posibilidades. Aunque puede que todavía no sea el momento, el uso de la bicicleta tiene que crecer. Y va a crecer.
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