Ha caído en mis manos un libro, por extrañas circunstancias relacionadas con bookcrossing. Se trata de Incomunicación y conflicto social, un conjunto de artículos de distintos autores y prólogo de Joaquín Ruiz-Giménez.
Me ha gustado echarle un ojo al enterarme de su temática: hace tiempo, un amigo me invitó a ver "el ordenador" del Teléfono de la Esperanza, un gran engendro de IBM, de cuando los ordenadores estaban en las películas, en Hacienda, y en cuatro sitios más. Así que al encontrar la historia de los orígenes de la organización, y cómo se les ocurrió recurrir a la informática para sistematizar la información de las llamadas atendidas, no me pude resistir.
Me resulta curiosa esta narración, escrita en 1984, sobre los ordenadores, los técnicos y analistas de IBM, el enfoque que se usó para resolver el problema que se planteaba. Todo tan antiguo. Recuerdo que aquél ordenador empleaba disquetes de 8 pulgadas.
El Teléfono de la Esperanza, por si no lo sabéis, es una organización que nació en España en el año 1971, a imitación de otras más antiguas, con objeto de ofrecer a quien lo necesite alguien que escuche, de forma anónima y gratuita, y siempre sin discriminación ni proselitismo algunos. Se suele decir que es donde llaman los suicidas en busca de apoyo, pero hay mucho más. Droga, ludopatías, problemas familiares, maltrato... cualquier situación en la que alguien puede pensar que no hay salida, que la situación le supera, que no puede solo, tiene que hablar con alguien y no sabe con quién.
La historia esta es, realmente, la introducción. Lo que ofrece el libro es un estudio sociológico de los "clientes", la gente que hace uso de este servicio y llama. El resultado de recoger y analizar la información, gracias a la puesta en marcha de este ordenador y el sistema asociado.
Decía, en fin, que todo parece muy antiguo. Habla del teléfono como un invento notable, lleno de posibilidades en este campo asistencial. Puede que incluso la edición, el lenguaje, den la sensación de antiguo, de desfasado. Y se me ocurre que, a estas alturas, lo mismo ni existe tal y como se describe en el libro. Pero lo siguiente que se me ocurre es algo que, precisamente, se dice en el propio libro:
Existe un perfeccionamiento en los instrumentos de comunicación, pero cada día tenemos más dificultades para establecer un intercambio profundo con el amigo, el compañero o el vecino del 5º.
Esta frase fue escrita en 1984, hace 15 años. Pero resulta, tristemente, de rabiosa actualidad.
Así que me alegro de ver que ahora tienen página web, que han crecido y creado más servicios alrededor del teléfono, y que el número de sedes ha aumentado en España, y desde el año 90 están empezando a funcionar en Latinoamérica.
1 comentario:
Me alegra que hayas conocido el Teléfono de la Esperanza a través del libro que mencionas,que por cierto es bastante antiguo.Efectivamente,como bien dices el TE ha evolucionado mucho en estos años,de ser el" Teléfono de los Desesperados",hemos pasado a ser el "Teléfono de la Salud Emocional" en España y en otros paises también ahora.Siempre hemos querido estar en vanguardia de los avances sociales y por ello pretendemos incorporar las nuevas tecnologías al servicio de la solidaridad y los que necesitan ayuda hoy en día,que por cierto cada vez son más.Soy un voluntario del TE y junto con otros voluntarios de Extremadura nos podéis encontrar en esta dirección:
http://amigosTEX.blogspot.com
Os esperamos
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