En la [pdf] última revista de Tráfico he visto una carta que me anima a buscar un post que tenía guardado, y escribir esto. Ya que no permiten copiar del PDF, resumo.
Casimiro Martín propone en su carta, para ahorrar combustible, hacer un recuento de coches oficiales y racionalizar su uso y su número, pues considera que la mayoría son innecesarios. Aunque también considere que los señores funcionarios con coche podrían prescindir de él en muchos casos, soy consciente de que sería una medida más vistosa que efectiva. Al fin y al cabo, el número de esos coches, en comparación con el total de coches, es muy pequeño.
Y ahí es donde entra el post que tenía guardado. Lo vi en Escolar, citando a Ramón Lobo:
“Recuerdo una anécdota escuchada hace unos cuantos años, creo que en algún corrillo. El entonces alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, preguntó al periodista Miguel Ángel Aguilar, quien ocupaba un alto cargo en la agencia de noticias Efe: “¿Qué podemos hacer para solucionar el tráfico?”. Aguilar respondió: “Quitar los coches oficiales? El alcalde, sin duda sorprendido por la propuesta, replicó: “Pero si son muy pocos. ¿Cómo van a producir atascos”. El periodista, que fue mi jefe en el difunto diario El Sol y de quien guardo el mejor recuerdo, dijo: “No es por los coches, alcalde, es por vosotros: en el momento que estéis una semana yendo en transporte público seguro que se os ocurre alguna idea”.
Me parece mentira que, siendo la idea tan buena, desde el año 1990 nadie la haya llevado a la práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario