Me parece que los que eligieron semillas se quedaron sin imaginación a mitad de camino. O no, no sé. El caso es que la semilla de hoy es de Pinus Pinaster, o Pino Resinero.
Digo lo de la falta de imaginación porque hace cosa de un mes la semilla que planté era de pino carrasco. Aunque por otra parte pueden ser de la misma familia, pero distintos. Ya lo veremos.
Por otra parte, esto marcha, poco a poco pero cogiendo carrerilla. Otra de las semillas ha visto la luz, la Elaeagnus angustifolia u Olivo del paraíso. Aún no huele a chicle, desde luego. Ni se parece al árbol que llegará a ser, nada de nada.
Cosa que no podemos decir de la Albizzia que, desde hace un par de semanas, ha pegado un estirón importante. El otro día decía que ya tiene forma de árbol grande (aunque diminuto, claro) y sigue por el mismo camino, con más ramitas.
La muy graciosa, incluso, me ha dado un susto. El otro día, regando, de noche, las ramitas habían perdido ese aspecto frondoso, y estaban hechas algo así como un palo. Pensé que se había secado o algo así. Luego pensé que, tal vez, se cerraban por la noche. Pero pensando en el árbol grande decidí que no era viable. Aunque a juzgar por el aspecto diurno de hoy, no me cabe otra explicación. ¡Esta planta está muy viva!
Sí, la foto nocturna es muy mala, pero teniendo en cuenta que se trata de la misma planta, se ve la diferencia.
1 comentario:
¡Qué chulo! =D
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